Muchos edificios antiguos tienen
muros de ochenta y pocos centímetros de grueso, luces entre éstos de cuatro
metros y poco ó de ocho algo… se proyectaron, o más bien se replantearon con varas castellanas, unos 84 cm.
Los muros de estos trastos antiguos
son conocidos por su gran inercia térmica (y por la gran humedad que absorben
del terreno), así que vamos a ver cómo encajan estas estructuras en el Código
Técnico de la Edificación. Supongamos el reciente encargo: rehabilitación integral de una antigua vivienda y corrales de muros de
fábrica de granito para dejarlo visto tanto al exterior como al interior.
Atacamos ese capítulo del proyecto
titulado:
Justificación
del Cumplimiento del C.T.E. DB-SH, Salubridad.
Empezamos con el “ámbito de
aplicación” a ver si nos libramos, pero no. Seguimos y vemos que toca
justificar el grado de impermeabilidad
de esa fachada de granito de 84 cm. de espesor y comienza el laberinto:
1.
Figura 2.4. de “Zona pluviométrica
de promedios en función del índice pluviométrico anual” (toma ya): Madrid está
en la IV.
2.
Tabla 2.5. de “Grado de
impermeabilidad mínimo exigido a las fachadas” (que curiosamente está encima de
la anterior figura): ya tengo la zona pluviométrica pero me falta el grado de
exposición, ¿de dónde lo saco?
3.
El Artículo 2.3.1.b) nos explica cómo
obtener el grado de exposición al viento,
tiene su miga:
“el grado de
exposición al viento se obtiene en la tabla 2.6 en función de la altura de
coronación del edificio sobre el terreno, de la zona eólica correspondiente al punto de ubicación, obtenida de la figura 2.5, y de
la clase del entorno en el que está situado el edificio que será E0 cuando se
trate de un terreno tipo I, II o III y E1 en los demás casos, según la
clasificación establecida en el DB SE:”
4.
Seguidamente averiguo que el terreno
es “tipo III”: Zona rural con algunos
obstáculos aislados tales como árboles o construcciones de pequeñas dimensiones.
Así que esto es un entorno “E0”; ahora a ver el viento.
5.
Figura 2.5. de “Zonas eólicas”:
Madrid está en la “A”. Creo que ya puedo averiguar ese grado de exposición.
6.
Tabla 2.6. de “Grado de exposición
al viento”… entorno “E0”… zona eólica A… menos de 15 metros de altura… y sale GRADO
“V2”, ¡conseguido!
Ahora toca ver qué condiciones tiene
que tener esa fachada:
1.
Tabla 2.7. de “Condiciones de las
soluciones de fachada”; para, tal y como quiere el cliente, dejar el granito
visto quitándole ese encalado contra el cólera y otras amenazas, el Código
Técnico generosamente nos ofrece 4 alternativas: B1+C1+J1+N1 ó C2+H1+J1+N1 ó
C2+J2+N2 ó C1(1)+H1+J2+N2.
2.
Empezamos con la B: barrera contra la penetración de agua. Para
B1 piden una de estas dos barreras:
-
Cámara
de aire sin ventilar.
-
Aislante
no hidrófilo colocado en la cara interior de la hoja principal.
Por
aquí mal, ambas opciones son incompatibles con la idea del cliente de dejar la
piedra también vista al interior en los salones. Descartada la primera opción, pasemos a la C.
3.
La composición de la hoja principal ha de ser “C2” (la nota de la
última opción nos advierte que ha de ser así si es un cerramiento de una sola
hoja). Esto se cumple con creces, se debe utilizar una hoja principal de “espesor
alto” considerándose que lo es una fábrica de piedra natural a partir de los 24
cm. de espesor (pobres de los que la tengan de 23 cm.)
4.
Pasamos a la H: higroscopicidad de la hoja principal. Resulta que el granito ha de ser
una piedra con absorción ≤ 2% según el ensayo de la UNE EN 13755:2002. Así que
si buscas la norma en Internet y descubres que se encuentra anulada desde el
año 2008 y que sus 12 páginas te van a costar 28,59 €. Optas por buscar el dato
a capón y descubres que el granito tiene como máximo el 0,4 % de capacidad de
absorción así que vale aunque ahí te queda la duda del mortero de la fábrica
que por intuición sabes que tendrá un coeficiente mayor de ese 2,0 %.
5.
Pasamos a la J: juntas de dilatación. Aquí nos dejan bailar con la J1 ó la J2, pero
a los que construyeron la casa hace 150 años no se les ocurrió eso de hacer
juntas de dilatación. Bien, ya sólo queda un punto.
6.
La N: resistencia a la filtración del revestimiento de la cara interior de la
hoja principal; vaya, parece que es obligatorio revestir el granito por
dentro de una forma (N1) u otra (N2).
Lo hemos pasado estupendamente, y
nada, procedemos a decir al cliente que según el debehachese del ceteé (que es como lo percibe en los oídos) tiene
que obligatoriamente tapar el granito por dentro; seguro que lo entiende.
Don Curro.
Rehabilitar Madrid IX.
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