Urbanismo XI -2ª parte.
En la primera entrega de “La Rotonda Española” quedó
pendiente tratar sobre su cómico funcionamiento en caso de atasco. Es genial:
Tú no pasas porque delante hay unos que no avanzan
porque están bloqueados por unos a los que taponan los que tú no dejas pasar.
Lo que demuestra lo mal que funcionan estas rotondas
es que para liberarse el tráfico, la gente empieza poco a poco a saltarse los semáforos,
esos semáforos, metiendo el morro en huecos donde aparentemente no cabe el
coche; lo que hace del conductor español el único junto al griego que conoce
las dimensiones de su coche al milímetro.
Don Curro.
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