15 de enero de 2012

DIARIO ÍNTIMO AJENO, DÍA 6

Una mañana de otoño de 2011: Ronda de Valencia a la altura de la calle del Mesón de Paredes, Madrid.
Un ciclista espera a que se abra el semáforo, cosa extraña. O treinta y muchos o cuarenta y pocos, una cara sonriente y despreocupada, algo redonda y con una tupida barba no muy larga. Monta una bicicleta muy alta y sin lujos, algo vieja.
Repentinamente emite una exclamación de sorpresa algo aguda: ¡Uh! Está mirando al suelo justo debajo de él, se agacha, mete la mano en una grieta del asfalto y saca una pequeña piedra blanca, la mira y se la mete en el bolsillo del pantalón de pana, vuelve a mirar para abajo y vuelve a agacharse, saca otra piedrecita, son pesetas de las últimas que se fabricaron, de las diminutas blanquecinas más que plateadas; saca una tercera y se abre el semáforo.

Don Curro.
Pequeñas historias reales.

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