Urbanismo IV
Libro: TOWARDS AN URBAN RENAISSANCE (1999)
Autor: Urban Task Force, liderada por Richard Rogers
Edición: Spon
A finales del pasado siglo, el Gobierno británico encarga a la “Urban Task Force”, en cuya cabeza sitúan a Lord Roger of Riverside, realizar un estudio sobre sus ciudades, determinar por qué cada vez son más invivibles y proponer una serie de soluciones para corregir la tendencia.
El libro “Towards an Urban Renaissance”, con ese título positivo, es el resultado final del estudio capitaneado por el urbanista Richard Rogers que es mucho más conocido por su labor en la edificación: Centre Georges Pompidou, Lloyd´s Building, Millennium dome… y Bodegas Protos.
Cuando se realiza el encargo, el equipo se encuentra con unas ciudades cuyos centros se están muriendo por la emigración de sus habitantes y cuyos cinturones se están cuajando con desarrollos estancos y poco sostenibles.
Aunque el estudio se centre en el urbanismo británico, tan condicionado por la bajada del precio del transporte público tras la segunda Gran Guerra con el primer Gobierno Laborista que facilitó que la población emigrase lejos de sus lugares de trabajo, tanto las conclusiones como las propuestas no dejan de ser interesantes y útiles para el urbanismo que se practica en España, muy distinto en cuanto a la gestión pero muy similar en muchos otros aspectos prácticos.
Curiosamente, Barcelona, más concretamente su Ensanche, se plantea como un muy buen ejemplo de una ciudad confortable y sostenible. No alaba el Plan Cerdá, que al igual que el Plan Castro de Madrid, fracasó económicamente lo que provocó un aumento de la densidad considerable, sino el resultado actual de ese fracaso: una ciudad densa hasta alcanzar 400 viviendas/oficinas/locales por hectárea y con una buena mezcla de usos (lo que enlaza este “post” con el anterior sobre urbanismo de marzo de 2012 titulado como esa canción de Un Pingüino en mi Ascensor).
Las conclusiones hoy en día pueden parecer obvias y se basan sobre todo en la tan de moda sostenibilidad, en resumen:
- Una ciudad agradable y sostenible es aquella que dispone de una alta densidad, para así garantizar su actividad y optimizar la utilización y el mantenimiento de sus infraestructuras.
- Una ciudad agradable y sostenible es aquella en la que se da una variada mezcla de usos, para así minimizar la necesidad de los desplazamientos y garantizar una actividad de sus áreas a cualquier hora.
Dicho más claramente: el comercio necesita clientes próximos para sobrevivir y si puedes trabajar cerca de tu vivienda podrás ir andando, no conviene tener sectores de viviendas que se vacían por el día y centros de negocios que se vacían por la noche. Por supuesto, desarrolla estos temas y otros sobre las infraestructuras, la disposición de las dotaciones, las tipologías de los edificios, etc.
Un libro muy bien presentado y recomendable.
Don Curro.