No se entiende la sorpresa que ha
producido el derrumbe de la cubierta de Las Ventas. La ingeniería francesa, con
la exactitud propia de su compatriota Descartes, ha realizado y completado el
encargo a la perfección en un tiempo récord: una "cubierta
provisional". Además, se ha desmontado sola, lo que debe de ser muy
ecológico y sostenible (lo último igual no del todo).
El encargo no era fácil, pongámonos en su piel y pensando en alto:
-
Bien, hay que diseñar una
"cubierta provisional" para cubrir un ruedo para fiestas no taurinas,
por lo que no hay que tener en cuenta "Los Lados del Círculo" (*).
> Lo lógico e inmediato es hacer una cúpula a pesar de que en esta ingeniería nos hemos especializado en geometrías más cartesianas. Podemos recurrir a la tipología ya clásica que se compone de radios en arco recorriendo la cúpula y un anillo central fuertemente comprimido:
-
Ahora toca diseñar los radios que
formarán los gajos de la cáscara. Empezamos tanteando una viga de sección
triangular indeformable y capaz de absorber los esfuerzos en cualquier dirección.
Mejor no, eso está muy visto, seguro que porque funciona bien.
> Probemos entonces con una viga "en cajón" con cruces de san Andrés, solución mucho más cartesiana con la que nos manejamos mejor. Pero estamos en lo mismo, esto seguro que también dura mucho.
-
Y si… quitando las cruces... Voilà!,
ya está, seguro que esta solución sí que es provisional. Cuando las vigas se
deformen transversalmente gracias a la compresión que sufren, la cubierta se
bajará sola. Mon Dieu!, qué encargo más raro.
Dicho esto, con toda la admiración a
la genial tradición española al respecto: desde las anónimas bóvedas de
ladrillo cogido con yeso, a Gaudí, Guastavino, Torroja (el abuelo de), Fisac, Candela...
Don Curro.
(*) Los Lados del Círculo:
http://curropoza.blogspot.com.es/2012/09/los-lados-del-circulo.html