Actualmente hay una amplia exposición de su obra en el Caixa Forum de
Madrid. Ese precioso edificio de Herzog y de Meuron.
Por supuesto, los grabados estrella son sus “cárceles imaginarias”. Hay
algo en ellas curioso, que responde a la evolución de la representación en el
arte y que ayuda a convertir los espacios de las prisiones en monumentales e
infinitos. Al igual que Constance y otros coetáneos, trastoca las leyes
habituales de la pintura clásica, para conseguir expresar más de lo que se ve o
para alcanzar los efectos que se pretenden, un buen artista ya no es el que más
fielmente representa la realidad.
En este caso, Piranesi oscurece los primeros planos, hasta llegar a ser
sobras negras e introduce la luz desde el fondo. De esta manera los espacios se
pierden en la profundidad y no se puede determinar el tamaño del extraño penal
que se observa. Según se sale de la sala de las “cárceles imaginarias”, hay un
grabado compuesto de forma contraria, es un espacio abovedado que se oscurece
con la profundidad, y efectivamente se va cerrando, empequeñeciendo y parece
menos monumental.
La duda es si me he fijado en esto porque lo había leído o estudiado en su
día o simplemente me ha llamado la atención; supongo que lo primero.
Don Curro.
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